Llegamos a las tres y media de la mañana al zoológico de Dhaka. Dejamos el remolque afuera. Cruzamos el umbral fácilmente por uno de los lados donde la reja estaba oxidada. Casi todos los animales estaban durmiendo, menos un búho que chillaba encerrado en una jaula que apenas le dejaba desplegar sus alas. Justo abajo de él había un papel de publicidad, los que entregan en la calle. Decía: "Dele un descanso digno a su mascota: Cementerio Manbaria", igual que en le metro de Santiago, donde nos ofrecían un lugar donde descansar nuestros restos, ¿se acuerda?
Al llegar donde estaba la osa panda nos encontramos con que su cuidador no le dejaba solo ni un minuto; ahí estaba durmiendo acurrucado contra ella. La Panda sujetaba entre sus manotas a una de sus crías y la otra se había agarrado a la pierna del cuidador. La Ramayana se salió de mi bolso y corrió hasta los osos, los olió y le lengüeteó la cara al cuidador. Se despertó exaltado, más aún cuando vio venirsele encima a Pinovski con su buzo negro y su gorro de terrorista. Se puso a suplicar, protegiendo con su cuerpo flaco y pequeño lo que podía de las crías del oso panda. La mamá, confiada, apoyaba su cabeza contra el suelo, en señal de paz. Pinovski se acercó, lo agarró del brazo, se lo llevó a un lado. Mientras, me acerqué a la osa panda pacientemente, sin levantarme mucho. La alcancé y le acaricié la cabeza. La osa se asustó y lanzó un alarido protegiendo a sus crías. Se puso furiosa y la Ramayana la confrontó. El Rito agarró a la gata violentamente y se la llevó de ahí. Yo seguía en el suelo y de a poco me fui acercando a ella que seguía crispada. A mi lado pasó el cuidador. Le acarició la cara a la osa y me hizo un gesto para que fuera donde la osa y dejara que me oliera.
El cuidador guió a la osa y a sus crías a través del zoológico hacia la salida donde nos esperaba el Ruso. Éste se bajó y abrió las compuertas. El cuidador entró con la osa y las crías. Pinovski cerró las puertas tras ellos; nos informó que el cuidador se iba con nosotros.
miércoles, noviembre 23, 2005
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