Vamos en una barcaza inestable, lástima que no se pudo conseguir algo mejor. Sin embargo, salió bien. Me contactó nuestra amiga del PETA, la Liz Taylor a falta de nombre mejor: me felicitó, pero me ha dicho que le han llegado mensajes extraños de un informante. A mí también me han llegado, ¿debería preocuparme? ¿qué sabe usted de esos mensajes? Espero que no tenga nada que ver con aquellos que siguen a Kye. A propósito, ¿ha sabido usted algo de Kye? Creo que ha estado evitando mis cartas. Tuvimos un altercado antes de que se fuera y no tuve tiempo de explicarle nada. Él sólo se fue. Temo especialmente por esa última carta, donde trata de engatusarme con sus palabras bonitas y creo que estoy en posición de tener miedo, de estar paranoica, como usted solía catalogar mis arranques.
Déjeme contarle: vamos por el Jamuna, un río estrecho, muy inestable. Fue difícil el cruce con el Ganges, especialmente para Lapanda (Riu le puso así al escucharme hablar de ella). Lapanda va encima de un remolque hecho de flotadores que evitan que la madera precaria toque el agua, pero con el movimiento de lapanda y sus crías se hace casi imposible. Riu está todo el tiempo con ella, casi no sale del remolque. Instalamos unas rejas precarias, a pesar de nuestras creencias, alrededor de los osos. Imagínese: un barco pequeño sujetando por un nudo un remolque con un Panda y sus crías por el río estrecho. Somos una imagen difícil de creer.
Tenemos miedo de los lugareños, porque nos miran como si se tratara de un barco fantasma, una imagen irreal. Eso, creen, es de mala suerte y se ha corrido de boca en boca la noticia de nuestro paso. Así, a veces, vemos caras de la gente del lugar (ya no sé bien en qué país estoy) que han estado esperando nuestra llegada. Los niños nos tiran flores y bolsas con comida que nosotros recogemos, pero los mayores nos miran con desconfianza, esperando la oportunidad para delatarnos. Nosotros sólo pensamos en Lapanda y las crías. Pinovski se ha encariñado mucho con una de ellas. Me impresiona, nunca había visto esa cara de él. Siempre duro e incrédulo, frío como una piedra. De repente con los animales, se ablanda, le viene un color a la cara. Incluso pasa horas con Riu conversando y ayudando a limpiar y a alimentar a los osos, a pesar de que todos debemos hacerlo, menos el Ruso que está como capitán en su bote y no cesa de mirar a su alrededor con una pistola metida en el pantalón. Riu nos pidió que si hubiese una emboscada no dudáramos en matarlo, a él primero y lueso a Lapanda con sus crías. Nos negamos, pero Riu no descansó hasta que Pinovski le prometió que lo haría. No dudo que lo hará si viene al caso. Ojalá que no venga al caso, creoq ue los pandas son uno de los mamíferos más bellos de universo, haberlos creado debe haber sido un placer, pintarlos así como son, con los mismos colores que una vaca, pero en proporciones perfectas.
Esta noche voy a dormir con Lapanda.
martes, noviembre 29, 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario